Empieza a anochecer antes y lo que mas apetece es llegar a casa para relajarse, y que mejor forma de hacerlo que en un tu propio spa, ¿quieres saber un poco más?
Un spa está hecho para la diversión tanto de los más pequeños como mayores dadas sus virtudes terapeúticas, calmantes y divertidas burbujas.
¿Qué es un spa?
Técnicamente, un spa es un “contenedor de agua” recubierto en su superficie de boquillas de masaje, equipado con un sistema de filtración y calentamiento de agua con profundidad comprendida entre 70 y 105 cm. Hechas en acrílico, esmalte o de obra tienen forma anatómica y están normalmente diseñadas para una capacidad de dos a ocho personas de media, sentadas o tumbadas.
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Elije un spa prefabricado o bien de vaso encastrable según tus necesidades. Cuando se trata de una solución prefabricada, la carcasa del mismo aloja todo el equipamiento. Esto hace que la instalación del spa se haga rápidamente, sólo necesitas una toma eléctrica preparada para conectar.
Si es una solución encastrada deben realizarse primero toda la instalación para un buen funcionamiento. Así puede colocarse totalmente enterrada o semi-enterrada. Procura colocarla en un lugar fuera de la vista de los vecinos y protegida del viento. Así reduciremos el gasto de energía.
Una vez colocado en un sitio este spa ya no se puede mover, por eso merece la pena pensar bien que ubicación es la mas adecuada. En caso de instalarla en el interior de una vivienda el lugar tendrá que estar adaptado a la humedad. Además de revisar que efectivamente cabe por los accesos o puertas al interior.
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